Últimamente se habla mucho sobre conciliación familiar, por un lado parece increíble que en el año 2016 todavía tengamos que hablar sobre algo que debería darse por sentado.
Sin embargo el derecho a ser madre o padre y trabajadores, sin renunciar a estar con nuestros hijos es algo tan óbvio como muchas otras cosas por las que aún luchamos como pueda ser el machismo, la accesibilidad, etc… Pero mi intención no es entrar en el retraso que lleva nuestro país, sino mirar con optimismo posibles futuros cambios que nos hagan avanzar como sociedad.
En mi caso soy empresaria de profesión y en el momento de aspirar a ser también madre, me encuentro con la pensión de un autónomo durante la baja maternal, 700€ menos el pago de la cuota de autónomos de 300€, lo que supone a penas 400€.
Pasados los 4 meses estoy ante la tesitura de llevar a mi hija a una guardería o quedarme trabajando desde casa. Debido a estos 400€ cobrados los últimos 4 meses, el hecho de contar con ayuda externa supone un desafío importante, si tenemos en cuenta la cuota de casi 500€ mensuales de media de una guardería privada, al menos en Barcelona.
Decido gestionar la empresa desde casa mientras cuido de mi hija y soy muy consciente de que a pesar de la poca ayuda de una sociedad nada conciliadora, tengo una situación privilegiada que me permite abanderar una realidad que debería ser común a todos los padres que no quieran pasar de media tan solo 2 horas al día con sus hijos.
Es en este momento donde me encuentro ante situaciones que me delatan la inmadurez que sufre este querido país nuestro.
Lo más destacado, la guardería pública Marina en Barcelona, donde me prohíben ir a la reunión de mi otro hijo con la pequeña de 4 meses. Si quiero ir y escuchar como va mi hijo de 2 años debo dejar a la bebé fuera, todo muy conciliador.
Además no está bien visto que vaya siempre a buscar a mi hijo a la salida de la guardería con la bebé colgada en la mochila, se ve que el niño sufre ante esta situación porque no se siente exclusivo, sí, volvemos a la conciliación de nuevo.
Y no contentos con hacerme saber abiertamente estas dos cosas, también se deciden por emitir un último juicio consistente en declarar que no debería haberme mudado de casa como saben que he hecho, perdón, ellos no lo hubiera hecho fueron las palabras exactas.
Por si no fuese poco mi marido indignado decide ir a pedir explicaciones al centro por su cuenta y recibe frases por parte de la directora aludiendo a una hipensibilidad de las madres lactantes.
Ante situaciones como ésta el optimismo inicial al que apelaba en esta carta se ve fuertemente dañado, que esperar si ya desde una guardería pública, con lo que éstas dos palabras implican, no tenemos el apoyo necesario.
Sin embargo me gustaría animar a todos los padres a que sigamos luchando por un derecho fundamental, la igualdad de sexos y la conciliación. Ver crecer a nuestros hijos es un derecho junto al de tener una vivienda o un trabajo.
Justo ayer, día 13 de Marzo, en el programa de Salvados trataban este tema y comentaban el profundo retraso de España en temas de conciliación familiar respecto a otros países como Suecia, os dejamos el enlace:
Vídeo sobre Conciliación familiar y laboral

Fdo: Sonia Ortiz